Amado Padre Celestial:
Vengo a tu presencia en el nombre de Jesús, con el corazón hecho pedazos en este momento de mi vida. Clamo la luz de tu Santo Espíritu, para ser guiado en esta
oración. Reconozco que he pecado contra Ti en diversas áreas de mi vida, y que en estos momentos estoy atravesando esta dura situación, que no he querido vivir, pero
que sin saber el cómo o el por qué he estado enfrentando. Te quiero pedir con todas las fuerzas de mi corazón que te despiertes dentro de mí, y que con tu poder calmes la
tempestad de mi vida. Te pido fuerza, valor, sabiduría y consuelo para poder pasar estos amargos momentos que muy posiblemente han surgido por mi desobediencia.
Aunque no entiendo el por qué o el para qué de esta situación, yo sé que Tú tienes siempre un maravilloso plan de salvación para cada uno de nosotros. Por tanto, te suplico que acortes el tiempo del sufrimiento, y que en medio de esta dificultad, pueda crecer lo suficiente en virtudes, a fin de poder darte la mayor gloria a Ti. Te
pido en el nombre de Jesús, que detengas toda fuerza del mal que quiera sacudir violentamente mi vida y la de mis seres queridos, porque Tú tienes el poder sobre
toda creatura para hacerlo. Gracias por todo lo que vas a hacer en mi vida y en la vida de los míos.
Amén.